Quien...

Quien, a puño y letra se le ocurriría escribir una ofensa que no sirviera mas que para hacer daño y no aportara ningún beneficio, sería una lástima aún si la ofensa viniera de una persona sin escrúpulos.

Así pues, siempre debemos procurar que nuestras palabras sean hechas con un fundamento justificado y bien planeado, evoquemos ese sabio dicho que a la letra dice que si no tienes nada agradable que decir, mejor no digas nada.

No se que opinen ustedes, amigos, pero en la vida uno debe darse cuenta de ciertas cosas que nadie le va a enseñar, y que sólo con la observación y la interacción diaria, se pueden aprender. Esta que les digo es una de ellas, tal ves no te encuentres a una madre, un hermano o un amigo decirlas, pero el mismo contacto con la gente te las dice, el calor humano y la calidez del alma nos pueden decir mucho mas de lo que nosotros creemos que pueden decir.

Siendo así, me despido con este bello pensamiento:

No te preocupes demasiado por vivir deprisa, ayuda a tus hermanos, que las horas se cargarán de gracia, y tu tiempo será denso, una hora contigo valdrá la pena más que una hora en cualquier otro sitio. Se habrá encontrado el sitio y el lugar perfectos, el “aquí” y el “ahora”.

Este pensamiento lo leí por ahí:

Mira todas las cosas como si fuera la primera y la última vez. Así tu tiempo sobre la tierra se llenará de gloria.