Flashbacks
Cancelé mis planes con Otto, ante una frenética insistencia ajena, tuve que mentirle, no... no tuve que mentirle, mentí porque quise. Abandoné mi usual honestidad. D.G. lo provocó, pero me pude haber negado una y mil veces. pero no llegue a la vez mil. No sería nada extraordinario ni malo despues de todo, aunque depende el código moral de cada cual.
Un poco despues de las 4 recibí su mensaje, me esperaba afuera manteniendo discreción, al otro lado del estacionamiento del centro comercial, aguardaba su coche azabache, ya en la calle aledaña, nos saludamos, me subí, se detuvo a comprar bebidas, unos minutos despues, estabamos en un paraje natural, a las afueras de la ciudad, internados en minibosque de alamos, lejos del mundanal ruido, con una vista clara entre el espeso de las ramas, hacia la carretera que nos condujo ahí, y mas allá, al horizonte. Hablamos de todo lo que nos permitió la lucidez del momento, bajo un sol agonizante, y una claridad casi perfecta para nuestras evocaciones. Entre tragos de cerveza y alternando espontáneamente charlas triviales y profundas, sazonadas con cigarrillos que suavizaban las palabras, nos acogió la cortina de la sutil oscuridad nocturna, bajo un cielo lleno de claras estrellas que, pacientes avanzaban en el firmamento al ritmo de nuestra velada. La música podía ser el común denominador, a momentos nuestra charla se detenía, para escuchar o comentar sobre la cancion que en ese momento escuchábamos, no pudiendo evitar la respectiva expresion de un estado alterado, que la musica provocaba, removiendo cosas en el espíritu, y saciándonos de esa melodía hasta que fuera suficiente, en un halo inexplicable de éxtasis mental. Todo junto, la musica, la cerveza, el cigarro, la noche y la compañía se armonizaron en una simultaneidad casi sublime que nos hizo perdernos por un instante de la realidad que nos tenía, en ese momento sólo él y yo comprendimos al mundo. Como una asociacion de criterios complementarios. Pero peligrosos, un movimiento en falso y caer en la trampa dulce del terreno vedado en lontananza de los tiernos hilos del deseo y el sentimiento, que provocan marejadas encontradas de voluntad sin sentido, sin conciencia y con ella. Huir o comprender, callar o gritar, asimilar, dejarse vencer, quedarse o dejar, llorar o reir. Complejo dilema en las marañas de los caminos de la vida. Intentar parar a mitad del camino, una vez que sin darse cuenta se ha avanzado buen trecho. Qué hacer, cómo resistir y llegar al disimulo vanal de que nada ha pasado. Y todo pasa, amén de nuestro plan inicial. Ahí...
El frio hizo contraste con nuestros cuerpos cálidos, y un vistazo al reloj me recordó asuntos menos especiales, pero inaplazables. Llegamos al lugar en el que tenía que estar, con muchas dudas y cuestiones sobre esa noche, en la que nada sería igual para ninguno de los dos, en la que a punta de riesgo, caimos en otro estadio, que no esperaba, con la ingenuidad colectiva del ser y estar, una complejidad que aun no alcanzo a analizar, y de nuevo, con sentimientos encontrados que se resumen en la pregunta: valió? tal vez, pero bueno, entre divagaciones y locuras, la pregunta está en el aire. Sólo una noche mas, amistad, afinidad y cabo sueltos, mas vale que no se junten. Un decir. Difícil de entender, es caer o bajar, es debilidad o naturaleza humana. Ganar, perder o competir. Entre la culpa y la osadía, entre el exceso de franqueza y la carencia de ella. Entre el cielo y el infierno. A mitad del camino.
2 Opiniones:
O_O de que me perdí? D.G. means doggest? D.G. son las iniciales de mi hermano ¬¬ ... :P
Si! valgame, donde estabas? atrasada de noticias! Daniel G. oh...
jejeje ¬¬
Claro que es el doggest.
Y ya sabes quien es otto. jeje
Publicar un comentario
<< REGRESA A LA CABINA